Dolor de estómago severo: qué lo causa y cómo actuar

Un dolor fuerte en el abdomen puede aparecer de repente y dejarte sin aliento. No siempre es algo grave, pero sí merece atención rápida. Aquí te explicamos de forma clara por qué ocurre, cuándo es alarmante y qué puedes hacer en casa antes de llamar al doctor.

Causas más comunes del dolor estomacal intenso

El estómago está conectado a varios órganos, así que el malestar puede venir de distintas fuentes. Las causas habituales incluyen:

• Gastritis o úlcera péptica: la irritación del revestimiento gástrico produce una quemadura que se siente como un puñal.
• Intoxicación alimentaria: comer algo en mal estado desencadena inflamación y dolor agudo, a menudo con diarrea o vómitos.
• Pancreatitis: la inflamación del páncreas genera un dolor profundo que se extiende hacia la espalda.
• Cálculos biliares: cuando una piedra bloquea el conducto biliar, el dolor es intenso y suele aparecer después de comidas grasosas.
• Obstrucción intestinal: una pieza de comida o un tumor puede bloquear el paso de los alimentos, provocando cólicos muy fuertes.

Cualquier otro síntoma que acompañe al dolor (fiebre alta, sangre en vómito o heces, pérdida de conciencia) indica que debes buscar ayuda médica inmediatamente.

Qué hacer ahora mismo: remedios caseros y señales para ir al médico

Primeros pasos en casa:

1. Detén lo que estés comiendo o bebiendo. Si sospechas intoxicación, evita seguir ingiriendo alimentos.
2. Bebe pequeños sorbos de agua tibia o una solución de bicarbonato (½ cucharadita en medio vaso) para neutralizar la acidez.
3. Aplica calor suave con una bolsa térmica sobre el abdomen; ayuda a relajar los músculos y reducir el dolor.
4. Si tienes antiácidos sin receta, tómalo según las indicaciones. No excedas la dosis recomendada.

Cuándo llamar al médico:

• Dolor que no cede después de 2‑3 horas o empeora con el tiempo.
• Fiebre superior a 38 °C, vómitos persistentes o sangre en cualquier forma.
• Dificultad para respirar, palpitaciones o mareos intensos.
• Pérdida de peso inesperada y rápida.

En estos casos, es mejor acudir a urgencias; el personal podrá hacer pruebas rápidas (análisis de sangre, ecografía) y determinar si necesitas hospitalización.

Recuerda que cada cuerpo responde distinto. Si tienes antecedentes de gastritis, úlceras o problemas biliares, no esperes a que el dolor se vuelva insoportable. Un control regular con tu médico ayuda a prevenir episodios severos.

En resumen, un dolor estomacal muy fuerte puede ser señal de algo sencillo como una irritación momentánea o indicar un problema serio que requiera atención inmediata. Mantén la calma, sigue los pasos básicos y no dudes en buscar ayuda profesional cuando los síntomas lo exijan.